Podemos recordar el famoso Robin Hood que robaba a los ricos para darselo a los pobres.
El bandidaje social es una forma primitiva de protesta social organizada y la opinión publica
a menudo no considera a los bandidos unos criminales. Normalmente, son campesinos a quienes el propietario y el estado consideran criminales pero que la población considera héroes, vengadores que luchan para que hay justicia,
muchas veces se consideran hombres dignos de admiración,que hay que ayudar y sostener y apoyar,
como decía el investigador inglés, Erik J. Hobsbawn. Pero en este episodio no vamos a analizar
la figura de un hombre sino de una mujer bandido, una mujer a quien el gobierno piamontés llamó
"Un accidente enviado por Dios a la tierra para la condenación de la humanidad.
Su nombre: Maria Antonia Serra Sanna. “Sa Reina” (La reina) Era hermana de dos grandes y famosos bandidos aunque en el pueblo se decía que ella era la que instigaba y planeaba los actos sangrientos de sus hermanos.
Se dice que, vestida con una chaqueta de piel de oveja, una barba falsa y un rifle en el hombro,
viajaba kilómetros y kilómetros de páramos, bosques y montañas todos los días para llevar municiones,
comida y noticias a los hermanos fugitivos. Cuando la gente se la cruzaba por las calles del pueblo,
le hacían reverencia. Era una mujer inteligente, con un carácter muy duro, cruel con las víctimas,
con un corazón perverso.
Por la mañana se ocupaba de visitar a muchas personas a quienes exigía dinero, cartuchos y medicamentos y por la noche, a caballo, iba a visitar a sus hermanos fugitivos.
En abril de 1899, Umberto I y Margherita di Savoia fueron a Cerdeña para
cuidar asuntos reales y ordenaron arrestar todos los sospechosos y
los posibles sospechosos sin orden de arresto.
Todos aquellos sardos sospechosos de no participar
activamente en los sentimientos de gratitud de la isla.
Entre los detenidos Maria Antonia Serra Sanna,
de 33 años, detenida el 15 de mayo de 1899,
con una impresionante lista de cargos , todos relacionados con el hecho de ayudar e incitar a los hermanos en sus empresas y actividades criminales.
Entre los cargos de extorsión,con el agravante de
infundir temor de daño grave a la persona
y las pertenencias de un vecino, si este no le entregaba una ternero, violencia
contra otra persona y sus hermanas,
forzándolas a detener la cosecha de aceitunas, por ser cómplice en
el robo de un caballo, por violencia privada
contra un arcipreste y nuevamente por extorsión para obtener un ternero.
Fue considerada como la más peligrosa después de sus hermanos fugitivos
y acusada de ser una auxiliar atrevida en defensa de los bandidos
y chantajista en nombre de sus hermanos a quienes incitaba a la venganza más atroz.
Estas historias de bandidos son parte de un conflicto entre una comunidad
arcaica y una comunidad,
entre comillas, más civilizada.
Este conflicto es la verdadera causa desencadenante de
este malestar que conduce a la violencia. Porque los sardos ya tenían sus propias leyes porque
los sardos respetaban el código barbaricino,
donde prevalecía el código de venganza,
del que hablaremos en el próximo episodio.